Por que será que como adultos jovenes nos pasamos nuestros dias planteando y replanteando cosas que tienen soluciones en fantasticos viajes por el mundo o que se atascan en una rutina diaria que nos consume los dias y las ideas.
Por que será que como adultos jovenes toda esta creatividad que tenemos para hacer fantásticos planes no la podemos poner en papel y lapiz y cumplir con los proyectos que realmente tenemos responsabilidad de concretar.
Por que será que al adulto joven, digamos los que tenemos venti tantos pero no tantos porque no llegamos a trenti, pareciera que el tiempo se nos pasa mas rapido que al resto del mundo, que nos pasamos los dias tratando de alcanzar un reloj que no deja de girar y girar, y sin darnos cuenta nos convertimos en adultos mayores.
En adultos mayores que con suerte ya no se precupan por tratar de correr contra el tiempo sino que aprendieron a caminar a su lado, o solamente en adultos mayores que se cansaron de luchar, a los que ya no les interesa la interminable carrera contra él, y que olvidaron que era lo que corrian y empiezan a delirar tratando de alcanzar al conejito blanco de alicia.
En los mejores casos y con un poco de suerte nos toca estar dentro de ese grupo de los que, mientras corrian, abrieron los ojos, comenzaron a caminar y realmente aprendieron a bailar al ritmo del tic tac y no a estresarse por la carrera sin sentido hacia un mañana imposible de alcanzar.
Y qué hacemos en ese caso? Caminamos sin rumbo hacia un futuro incierto pero concientes de nuestro presente?
Y en el caso en que honestamente se pueda estar conciente de tal situación, cuan real es este presente en el que creemos estar?, es decir, cual es la magnitud, la perspectiva y la honestidad con la que vemos este presente en el que vivimos? Cuanta realidad hay en nuestra realidad y cuanto de ella en realidad vamos imaginando, suponiendo, juzgando, creando, viviendo y guardando en nuestra memoria.
Yo me pregunto si es real la realidad que vivimos, si fue real la realidad que recordamos o si sólo es un ensueño que creamos como antifaz para entrar en esta gran fiesta de disfraces que es el mundo en que vivimos para tratar de escabullirnos de un presente que no nos convence.
